Hace unos días les hablábamos de que el actor Lillo Brancato, conocido por su papel estelar en Una historia del Bronx y al que vimos recientemente en Los Soprano, que había logrado librarse de una condena de por vida tras haber sido absuelto de homicidio. No corrió la misma suerte su compañero de fechorías, tras demostrarse que fue él quien disparó a un policía de Nueva York, provocándole la muerte, tras ser los dos sorprendidos robando bajo los efectos del alcohol y las drogas.
Ahora ha sido condenado a diez años de cárcel por intento de robo, por este incidente ocurrido hace tres años. La defensa de Brancato había solicitado al juez del tribunal de El Bronx encargado del caso, Martin Marcus, que la condena fuera la mínima posible y que, en todo caso, implicara un tratamiento antidrogas y no el ingreso en prisión. Pero el juez no aceptó esta posibilidad e impuso una pena cercana al máximo de quince años que se le podía imponer al actor, nacido en Bogotá en 1976 y adoptado por una familia de Nueva York. La única buena noticia, si se puede calificar así, es que los tres años que Lillo Brancato lleva preso se le descuentan de la condena, amén que en este tipo de penas puede solicitar la condicional al cumplir los dos tercios de su condena. En el mejor de los casos Brancato pude pisar de nuevo las calles su Nueva York en el 2012.
