viernes, 7 de noviembre de 2008

Mad Men, elegida para la gloria









Nació con el ánimo de ser una apuesta minoritaria de AMC, una pequeña cadena del cable norteamericana, y se ha convertido en todo un bombazo. Aclamada por el público, reconocida por los premios y ensalzada por los críticos de todo el mundo.
La serie se desarrolla en Madison Avenue, corazón publicitario de Nueva York, en la ficticia agencia Sterling Cooper Advertising, que lo mismo saca adelante una campaña de una marca de tabaco que pone en órbita a un candidato político. Por sus pasillos se mueven una curiosa fauna de ejecutivos y secretarias, todos con roles muy predeterminados: los hombres con la obligación de demostrar su fuerza y agresividad ante las mujeres, reducidas a mero adorno social. Son los años sesenta, y la sociedad no está preparada para los cambios que le viene encima. Asistimos al del fin del sueño americano, el fin de la inocencia. Las mujeres están empezando a ser independientes y los antidepresivos y anticonceptivos están de moda. Mad Men es el reflejo de un momento en el que los hombres se debaten entre sus deseos contradictorios, pero también el de las personas que tienen que pagar el precio por ello, las mujeres.

Mad Men está creada por Matthew Weiner, productor y ocasional guionista de las dos últimas temporadas de Los Soprano, y su reparto está encabezado por Jon Hamm que da vida a Don Draper, el director creativo de Sterling Cooper, cuyas preocupaciones oscilan entre no perder sus clientes más importantes a manos de los empleados más jóvenes, manteniéndose siempre un paso por delante de los acontecimientos que se desrrollan a una velocidad de vértigo, y que su mujer Betty (January Jones), que empieza a sufrir por la soledad y su necesidad de mantener su estilo perfecto, no descubra sus constantes romances con otras mujeres. Otro puntal del reparto es John Slattery, al que vimos recientemente en Mujeres Deseperadas, que es Roger Sterling, socio de la agencia y amigo personal de Draper. Es la persona que confía más en él por su potencial de conseguir grandes contratos publicitarios. Comparte la propiedad de la agencia con Bertram Cooper (Robert Morse), un veterano mucho más preocupado por las apariencias que por los resultados. El reparto se completa, en sus principales papeles con Elisabeth Moss, que en El Ala Oeste de la Casa Blanca es la hija menor del presidente Bartlet, y en Mad Men es Peggy Olson, una nueva secretaria en la agencia, deseosa de prosperar gracias a su oportunismo, Vicent Kartheiser como Pete Campbell, un joven y ambicioso ejecutivo, que comete error tras error pero que proviene de una rica familia y representa la mayor amenaza para Don Draper, Harry Crane (Rich Sommer) que es un planificador de medios afín al grupo de Campbell y de los jóvenes ejecutivos de la agencia, Joan Halloway (Christina Hendricks) que trabaja de gerente y que intenta mantener su fachada de mujer profesional y moderna y Paul Kinsey (Michael Gladis), un joven redactor que trata de escalar en la empresa.
Mad Men ha logrado recientemente seis Premios Emmy : mejor drama, mejor guión dramático (logrado por Matthew Weiner), mejor dirección artística, mejor fotografía, mejores títulos de crédito y mejor maquillaje. Este despliegue de estatuillas viene a unirse al éxito logrado a principios de año en los Globos de Oro. Aunque las críticas habían sido excepcionales, Mad Men figuraba en muy pocas quinielas para hacerse con el premio en la categoría de Mejor Serie Dramática. Pero logró imponerse a series como Big Love, Anatomía de Grey, House, Los Tudor y Damages (Daños y Perjuicios). Pero incluso una sorpresa mayor causó que su protagonista, el actor Jon Hamm, se llevara a casa el premio al Mejor Actor Drámatido del año, derrotando a los considerados favoritos, como Michael C. Hall (Dexter), Hugh Laurie (House), Jonathan Rhys Meyers (Los Tudor) y Bill Paxton (Big Love).

En nuestro país, Mad Men se puede ver en Canal +, que consolida su línea habitual de aciertos a lo hora de elegir series de calidad.